martes, 20 de diciembre de 2011

JABÓN DE LAUREL (ALEPPO)



Su nombre viene de la ciudad siria donde nació, fue el primer jabón en fabricarse en pastilla.

Sus orígenes se remontan a los fenicios (1300 años a. C.) quienes ya lo fabricaban a base de aceite de laurel y oliva puro sin fragancias ni colorantes.

Sus propiedades resultan muy beneficiosas para todo tipo de pieles tanto para la cara como para el cuerpo.

Tiene alto contenido en vitamina E, propiedades antisépticas y desinfectantes, es estimulante, fortalece la epidermis, la nutre y restaura evitando la deshidratación.

Resulta especialmente indicado para abscesos, acné, asperrezas, dermatitis, úlceras de la piel, infecciones por hongos, poros abiertos, etc.

A mí me gusta añadirle un poquito de laurel molido para conseguir un ligero efecto exfoliante.

Es un jabón de textura más bien blanda por tanto dura bastante y hace una espuma no tan espesa como los jabones más blandos pero muy suave.